sábado, 9 de marzo de 2019

RESPETO DIGITAL Y PROTECCIÓN DE DATOS PERSONALES

A menudo en la red contactamos y entablamos conversación con personas a las que no conocemos y que pueden estar físicamente en cualquier punto del planeta. Esta posibilidad se presenta como uno de los grandes atractivos de la red, pero incluye en mayor o menor medida modelos de comunicación basados en el anonimato. No sabemos quiénes son ni cómo son esas personas con las que conectamos. Y tampoco ellos saben de nosotros.

Este anonimato, y la virtualización que lo propicia, puede llevar a que en las interacciones que mantenemos en línea (bien sea por la rapidez e impulsividad que, con frecuencia, las caracterizan; o por la componente de impunidad que puede ir asociada al anonimato) se descuiden las normas básicas de respeto, cortesía, prudencia o confidencialidad que sí observamos en nuestras interrelaciones presenciales.

Por otro lado, nos hemos ido familiarizando con las redes sociales que nos invitan a compartir nuestra vida prácticamente en tiempo real. Pero nuestras vivencias no están completamente aisladas y separadas de nuestro entorno y de las vivencias de otras personas que conviven con nosotros o comparten ciertos aspectos de nuestra realidad. Y, con frecuencia, al contar nuestra realidad estamos, directa o indirectamente, dando datos sobre la vida de otras personas que tal vez no quieran compartir abiertamente o que no quieran compartir con determinadas personas, grupos/comunidades o entidades.

En esta entrada encontraréis una infografía sobre los diez principios básicos que se deben tener en cuenta a la hora de interactuar en las redes sociales.